Cada viaje con el Racing empieza cómo una fiesta con un grupo de amigos. Comienza con la quedada; el viaje -que forma parte de  esa celebración; alguna parada por el camino para "reponer fuerzas"; al llegar al destino los cánticos, alguna nueva "reposición de fuerzas". Posteriormente la comida, y la llegada al campo llenos de ilusiones y esperanzas.

Para muchos racinguistas ayer, la llegada al campo, fue motivo de enfado considerable al ver que las localidades adquiridas a precio de palco eran, en realidad, lo que antes se llamaba en los cines "de gallinero". En la foto  se puede ver que estábamos por detrás de la línea de fondo, en una esquina. Una desvergüenza.

Luego, en el tema deportivo el primer tiempo del Racing fue deleznable, mereciendo irse al descanso con un 3-0 en contra. Opino que la maravillosa afición verdiblanca, habiendo hecho un desembolso notable, no merecía ese esperpento. Por parte de los responsable técnicos nos deben dar explicaciones claras, sin escurrir el bulto, ni  reponder con tópicos. El partido de Burgos no se debía repetir, pues ayer lo superaron en ese primer tiempo. NUNCA MAS!!!.

Ovación cerrada y vuelta al ruedo a la Afición.